O por qué mi abuela no puede ir el viernes al médico


Queremos un mercadillo limpio y sobre todo un autobús diario.
Érase una vez un barrio de la periferia, de gente trabajadora, que no disponía de servicio público de transporte.
Érase una vez el barrio de Los Ángeles. Sin autobús. Había que desplazarse hasta la calle Granada para poder coger el bus. ¿OS LO IMAGINÁIS?
¡Pero no os escandalicéis!, esto sucedió en otro tiempo, en una época y en un barrio con calles sin asfaltar, sin alcantarillado, sin servicios públicos, en un barrio que crecía sin ninguna planificación urbanística.
Se asfaltaron las calles, se abrieron nuevas, se urbanizó la Rambla Belén y crecimos y crecimos…
Han pasado muchos años, el mundo ha cambiado, feneció el Cenozoico. El Antropoceno ya está aquí, es el tiempo del hombre, vivimos en un mundo globalizado, en la era de la Información, de las comunicaciones, del Big Data. ¿Cómo no íbamos a disponer ya, nuestro barrio, el barrio de Los Ángeles, de los servicios básicos acordes a la nueva era?
Pero, ¿cómo es posible que solo un autobús urbano (la línea 7) atraviese nuestro barrio?
¿Cómo es posible que, por la instalación del mercadillo de los viernes, perdamos el único Bus que tenemos?
¿Cómo es posible que nuestros abuelos no puedan ir al centro, de compras, a visitar a la familia o a la cita obligada con su médico?
¿Lo podemos consentir, lo debemos permitir?
Hay quien asegura que, las reivindicaciones de cualquier grupo de vecinos no tienen ninguna consecuencia, que no afectan a las decisiones del Ayuntamiento, del Concejal de turno o del Excelentísimo Señor Alcalde, que aunque los vecinos se unan y griten con una sola voz exigiendo lo que les corresponde por derecho, la administración hará caso omiso de su petición. Pero yo aseguro que esto no es cierto, y lo puedo demostrar.
Y es que cuando lo que se pide es de justicia, cuando los vecinos se unen para reivindicar los que les pertenece, cuando piden que se les trate, no mejor, no con favoritismo, sino igual que al resto de la ciudad, no hay excusas.
Gritemos: L O N E C E S I T A M O S, lo necesitan nuestros mayores, los que trabajamos, los que estudiamos, los que inevitablemente o concienzudamente nos desplazamos en transporte público.
Y yo digo: LO PODEMOS CONSEGUIR


En 1979, hace más de 40 años, los vecinos, con su unión lo consiguieron. 41 años después lo volveremos a hacer.
4 comentarios en “40 años después seguimos pidiendo lo mismo”
los vecinos tenemos que empujar para recuperar el único autobús que tenemos, también para los viernes.
Gracias por tu comentario, Felipe, tenemos derecho a ello. Si no obtenemos respuesta pronto, tendremos que empujar un poco más.
Mientras existan para estos políticos barrios de primera y barrios de segunda, eso es lo que nos vamos a llevar. Se ve que le van el que hagamos ruido ,para que se nos oiga. Pues si hay que hacer ruido, habrá que hacerlo.
Gracias por tus comentarios, Luismi.